viernes, 16 de enero de 2009

Kullervo (2): Sibelius compone su sinfonía "Kullervo" (1891-92)

La historia de la obra de Sibelius tiene un desarrollo bastante largo y complicado, ya que en esta magna composición confluyeron distintos proyectos e influencias musicales. El "Kullervo" opus 7 para soprano, barítono, coro masculino y orquesta fue definido como sinfonía en origen, aunque a veces se le considere un conjunto de poemas sinfónicos por su carácter programático. Estamos ante una sinfonía programática y dramática, como el "Romeo y Julieta" de Berlioz, aunque al adoptar esta forma nuestro autor fue bastante revolucionario (aún Mahler no habría escrito sus sinfonías con voz humana). Aparte de este singular carácter, también sus orígenes son ciertamente únicos.

Durante su estancia en Berlín (1889-90), Jean Sibelius pidió a su hermano que le enviara una copia del Kalevala. Con ocasión de un concurso de composición donde las normas requerían el empleo de esta lengua finesa, es el propio Christian quien le sugiere utilizar el texto de Lönnrot: "es una vergüenza que tengas tan poco tiempo, de otra forma podría, por ejemplo, componer un ciclo coral sobre algún episodio del Kalevala o similar. También intentaré conseguir algunas canciones populares y danzas finesas para ti".

Estos temas folclóricos se reflejan en el Allegro para septeto de metal JS.25, una de las poquísimas obras de Sibelius que emplean directamente melodías populares. La segunda de éstas es la siguiente canción, que dos años más tarde reaparecerá entre los bocetos de Kullervo.




El 21 de diciembre de 1890 asiste al estreno en Viena (donde permaneció entre 1889 y 1890) de la revisión final de la Tercera Sinfonía de Bruckner, que influye significativamente en lo que será su Kullervo. Sin duda Sibelius estará muy atento en la "aparición brumosa" del tema inicial, su carácter elemental y generador, así como diversos detalles de la orquestación. Sin embargo el mundo espiritual de Bruckner apenas tiene que ver nada con Sibelius: lo que toma del compositor austriaco sobre todo son aspectos técnicos en torno a la unidad y coherencia intramusical. Pero no se puede dudar que la influencia de Bruckner en el primer movimiento de su sinfonía kalevaliana es notable.

Otra de las mayores influencias sobre la obra es, a parecer de quien les escribe, la de la Primera Sinfonía (en re menor, opus 21) del compositor noruego Christian Sinding (1856-1941). Sinding formó parte del círculo de artistas nórdicos al que se unió Sibelius durante su estancia en Berlín. Se ha hablado en varias ocasiones de cómo su quinteto con piano opus 5 (1882-85), que Sibelius escuchó en esa época, estimuló un trabajo similar, su propio quinteto con piano JS.159, una de las composiciones más ambiciosas de aquella época. No disponemos de datos sobre si Sibelius conocía o no la sinfonía del noruego, que precisamente había completado en 1890 en su versión original, pero se adivinan muchos elementos del Kullervo en ella: su carácter modal, la alternancia repentina entre modos (mayor, menor, antiguos...), la transformación motívica dentro de un tiempo y cíclica entre distintos movimientos, algunos detalles de la orquestación como los pedales, los temas agudos de la cuerda acompañados por obstinati de los metales graves... en fin, son muchas las similitudes para ser coincidencia, en especial entre los respectivos primeros movimientos. Cierto es que algunos elementos pueden encontrarse en una influencia mutua de Bruckner, pero el indudable sabor "nórdico" de la obra de Sinding podría haber atraído a Sibelius si efectivamente conoció la partitura. Por desgracia aquí simplemente lanzamos la hipótesis, espero contar en algún momento con la opinión de algún estudioso al respecto.

En invierno de 1891, nuestro autor se embarca en lo que será su dirección definitiva del estudio de folclore finés: su incorporación a la esencia del estilo sin acudir a la cita o a la imitación. En una de las canciones con texto de Runeberg que después formará parte de su opus 13 (la número cinco), "Drömmen", emula la fórmula de la canción kalevaliana en cinco tiempos, sólo que la adapta al tres por cuatro, manteniendo sus características últimas dos notas largas. En realidad el texto nada tiene que ver con su referencia la rima ancestral, lo que nos desvela cómo Sibelius va buscando su propia identidad sin tener en cuenta la forma musical.

En febrero de ese año realiza diversos planes para una sinfonía "finesa", basada quizá en temas folclóricos. Lo cierto es que los primeros esfuerzos musicales parecen tomar una dirección no querida, y abandona el primer proyecto tras trazar dos movimientos, que en las semanas siguientes - se desconoce exactamente cuándo - serían terminados como Obertura en Mi Mayor JS.145 y Scène de ballet JS.163, (los primeros ejemplos de su música orquestal). Sin duda superan en fantasía a su habilidad en cuanto a forma y sobre todo en cuanto a su orquestación, pero son piezas realmente extraordinarias si pensamos que Sibelius no había escrito antes nada parecido. El mismo tema folclórico del Allegro JS.25 aparece de forma menos evidente en la Obertura, obra visionaria dentro de su propia trayectoria, puesto que adelanta muchos momentos de Kullervo y Karelia. Estas piezas sin embargo no utilizan, aparte de ese tema, melodías auténticas: en esos momentos Sibelius ya ha asumido que su carácter finés está en el espíritu, no en la recreación sublime del folclore.

En abril empieza a escribir nuevos esbozos para su sinfonía, y ya es entonces cuando parece decidido a tomar el tema del Kalevala. El 18 de ese mes escribe a Aino y le anota un tema que servirá de introducción a su "Kullervo":


El tema deriva del tema folclórico anterior, y se relaciona como hemos dicho con la Obertura JS.145. Será una protoforma del verdadero tema inicial de Kullervo, llevado sin embargo al modo menor natural (eólico), y extendido considerablemente. Y será el único vínculo más o menos directo con una melodía tradicional de toda la obra.

En ese momento ya tiene claras algunas cosas: que su sinfonía tendrá cinco movimientos, el primero en forma sonata, seguido de un movimiento lento y después una marcha.

Durante esa primavera el compositor desarrolla sus motivos, y tiene muchas nuevas ideas que plasmar en esbozos. Enseña el tema y los esbozos a uno de sus profesores vieneses, Robert Fuchs, que al parecer reaccionó positivamente. Muchos se han conservado en los manuscritos de la Universidad de Helsinki, principalmente distintas formas del tema principal. Sin embargo, nuestro autor se pone enfermo al final de la estación, y acude a uno de los más caros y exclusivos hospitales de la ciudad, arrastrando nuevas deudas a la familia.

En junio retorna a Finlandia definitivamente, y se va a vivir a la casa de su abuela en Loviisa. Tras muchos meses después de profundizar en su relación con Aino Järnefelt a través de cartas, ahora puede pasar mucho más tiempo con ella, a pesar de cierto recelo por parte de su padre. Es un verano muy feliz, que corresponde con un trabajo muy intermitente en Kullervo, como si al héroe trágico no le conviniera ese periodo de sentimientos positivos.

En noviembre dirige sus dos obras orquestales en Helsinki, pero implicado cada vez más en el Kullervo, el compositor parece distanciarse de sus primeras criaturas. Poco después se produce un hecho fundamental que marca tanto la sinfonía como el propio estilo musical de Sibelius: la cantante rúnica Larin Paraske, de la región de Ingria (actualmente en Rusia). Según se contaba en la época su memoria alcanzaba a conocer unos 32.000 versos, lo que lógicamente provocó la admiración y la exaltación de los círculos nacionalistas, en especial los karelianistas, que veían en Paraske el testimonio vivo del tiempo del Kalevala. Uno de sus mecenas, el pastor Adolf Neuvius, relata así el encuentro, que se produjo en Loviisa: "en aquel tiempo su cabeza estaba llena de ideas que culminarían el año siguiente en Kullervo y estaba ansioso por escuchar que las melodías rúnicas de Karelia eran así tal y como se cantaban de modo auténtico. Yo naturalmente estaba encantado de estar presente cuando se conocieron... él la escuchó con gran atención y anotó sus inflexiones y sus ritmos".

Larin Paraske entona cantos funerarios (1893), retrato del pintor finlandés Albert Edelfelt (1854-1905)

A partir de diciembre se centra en la obra, de la que el primer movimiento parecía ya casi completo (la influencia de las melodías de Paraske parecen centrarse a partir del segundo tiempo). Ya piensa también en la escena amorosa de Kullervo y su hermana como el momento culminante de la obra, y concibe que será una gran melodía al unísono con acompañamiento rítmico en la parte grave, lo cual, aunque menos ambicioso, será el "motivo del éxtasis" del que hablaremos. En este momento las ideas parecen fluir naturalmente, pero al tiempo no han encontrado su lugar dentro de la composición, y aún hay muchas dudas sobre la forma final de los tiempos y la sinfonía completa: "hay mucho en la introducción de mi Kullervo que ha prendido en mi alma entera, pero otras cosas aún no están bien".

Para el segundo tiempo dice tener la imagen del héroe del Kalevala como niño, y también como pastor junto a Ilmarinen. Piensa entonces en algo pastoral, pero también en una "canción de cuna". Tras fijar definitivamente el primer tiempo, escribe a Aino: "ya tengo la canción de cuna. Es un tema que se intensifica a través de variaciones". Los primeros bocetos curiosamente estarán en 5/4, compás que pasará al tercer tiempo. Mientras, concibe el final como la marcha en la que había pensado la primavera anterior.

Ya avanza que el tercer tiempo será un movimiento con texto, pero su primera idea fue utilizar un narrador, y tomar la forma de un melodrama, aunque tambien tuvo la alternativa de sólo contar con Kullervo y su hermana y confiar el resto a la descripción orquestal.

En enero de 1892 se traslada definitivamente a Helsinki, con sus dos primeros movimientos completados. Aún tardará en abandonar la idea del narrador, y en febrero aparece el coro, aunque en este estadio es mixto. Muestra sus ideas a su antiguo profesor Wegelius, el que apunta que tal vez las señoritas del coro pudieran sentirse avergonzadas del contenido del texto. No se puede asegurar, pero posiblemente esta es la razón por la cual Sibelius adoptará finalmente un coro exclusivamente masculino.

Apenas quedan dos meses para el estreno cuando ha completado su majestuoso tercer movimiento y ya ha preparado materiales para los ensayos. Los otros dos tiempos ni siquiera están del todo definidos. Pero entonces el compositor piensa en una idea, sacada del texto del Kalevala, aunque de manera algo incorrecta y literal: Kullervo acude a la guerra, con un entusiasmo progresivo. Lo cierto que esto le sirve para retomar su idea de la marcha, y el propio Sibelius escribe entusiasmado la pieza en unos diez días., aunque pronto le somete a profundas revisiones (siguiendo ya una de las características del estilo compositivo de Sibelius, su creatividad desbordada seguida de la revisión autocrítica y exhaustiva posterior).

Para el final Sibelius ya ha decidido la presencia del coro desde el momento en que aborda su composición. Inicialmente el estreno está previsto para el 11 de abril. Pero para entonces la obra no estaría lista. Mucha de su música es un caos en la partitura, aunque para el autor la obra está perfectamente en su cabeza. Los ensayos empiezan a pesar de que aún quedan muchas cosas por definir.

"Quedaban sólo unos pocos días para el concierto" - relataría más tarde Jukka Rautio, que formaría parte del coro del estreno -. "Dudábamos de que pudiéramos aprender nuestras partes, Pero el director del coro nos tranquilizó, diciendo que el joven compositor mismo haría ensayos especiales con nosotros. Esto elevó nuestra autoestima. Y vino. ¡Sus ojos estaban encendidos! Era ese fuego de la inspiración del que hablan los poetas. ¡Y hablaba finés!". En efecto, la situación era bastante precaria, incluso durante los ensayos Sibelius parecía estar revisando constantemente su obra.

Sibelius dirigiría el concierto. Para ello contó con apoyos excepcionales, ya que eran muchos los que intuyeron la magnitud del estreno. La Orquesta de Helsinki se reforzó con numerosos músicos. En muchas ocasiones se tenía que dirigir a ellos en alemán, ya que la mayoría procedían del norte de Alemania (lo que provocó la dificultad para entender qué era aquello del 5/4 que el compositor había escrito al principio del tercer tiempo, ante la sonrisa del autor).

Emmy Ackté y Abraham Ohjanperä, primeras figuras de la Ópera de Helsinki, interpretarían las partes solistas de la que era la primera de muchas obras de Sibelius que cantarían. Para el coro se tuvo que reunir un grupo enorme a partir del Coro de Ayudantes de Parroquia de Helsinki, del coro de estudiantes de la Escuela de Órgano y del Coro Universitario (el YL).

Era el 28 de abril de 1892, en la Universidad de Helsinki. Con 26 años Sibelius se enfrenta por primera vez al la gigantesca composición que cambiaría para siempre su vida y la de Finlandia.

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Para la redacción de este artículo me he apoyado principalmente en el "Sibelius" de Andrew Barnett y en el prefacio escrito por Glenda Dawn Goss a la partitura de estudio de "Kullervo" de Breikopf & Härtel, que según reza en el volumen es también el prefacio de la edición completa.

A partir de mañana o pasado comenzaremos a recorrer esta obra a través de cada uno de sus cinco movimientos, con ejemplos musicales, análisis, los textos y su traducción (en los movimientos tercero y quinto) y videos que hemos podido encontrar en youtube.

Capítulo 1: historia completa en el Kalevala
Capítulo 3: I. Introducción
Capítulo 4: II. La juventud de Kullervo
Capítulo 5: III. Kullervo y su hermana (texto)
Capítulo 6: III. Kullervo y su hermana (análisis)
Capítulo 7: IV. Kullervo va a la guerra
Capítulo 8: V. La muerte de Kullervo (texto)
Capítulo 9: V. La muerte de Kullervo (análisis)

Capítulo 10: la historia posterior a su estreno
Capítulo 11: valoración global de la obra
Capítulo 12: discografía

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